Calidad de vida de una persona con asma

31 May 2022 pasar

El asma es una enfermedad crónica que afecta a niños y adultos. Las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas. Entre sus síntomas están:

  • Tos.
  • Sibilancias: sonido silbante y chillón durante la respiración, que ocurre cuando el aire se desplaza a través de los conductos respiratorios estrechos en los pulmones.
  • Disnea: sensación de falta de aire.
  • Opresión torácica.

Se calcula que cerca de 235 millones de personas sufren de asma en el mundo, siendo los niños los más afectados, esto según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con el Reporte Global de Asma del 2018, Latinoamérica posee la mayor cantidad de casos de asma, con un total de 42 606 infantes entre los 6 a los 14 años que portan el padecimiento.

A nivel nacional, con base en el último Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia (Isaac), fase III, Costa Rica se posiciona muy por encima de la región, con una prevalencia que ronda entre el 30% y el 33% cuando, en Latinoamérica, la media estimada es del 17%.

Factores de riesgo del asma

Se asocian distintos factores al riesgo de padecer asma, y en la mayoría de los casos es difícil encontrar una causa directa. Algunas de las razones principales son:

  • Si miembros de la familia también son asmáticos, en particular los más cercanos, como padres o hermanos.
  • Sufrir alergias, como dermatitis o rinitis.
  • Acontecimientos ocurridos en etapas tempranas de la vida que pueden afectar a los pulmones en desarrollo y aumentar el riesgo, por ejemplo, la insuficiencia ponderal del recién nacido (bajo de peso debido a una alimentación deficiente), prematuridad, exposición al humo de tabaco y otras fuentes de contaminación del aire, así como resfriados.
  • La exposición a una serie de alérgenos y sustancias irritantes del medio ambiente, como la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior, los ácaros del polvo doméstico, los mohos y la exposición en el trabajo a sustancias químicas, humos o polvo.
  • Humo de tabaco: Si es fumador activo o pasivo se encuentran con un mayor riesgo de desarrollar asma.
  • Químicos fuertes u olores: Esto puede ser un causante de crisis.
  • Algunos trabajos: Productos de limpieza, harinas, madera.

Es importante recordar que los síntomas y la frecuencia de estos son diferentes para cada individuo.

¿Cómo mejoramos la calidad de vida de una persona asmática?

Tratamiento

El asma es una enfermedad crónica, la cual no tiene una cura, pero si hay formas de darle un tratamiento adecuado con medicamentos inhalados que pueden ayudar a controlarla y facilitar que a quienes la padecen una vida normal y activa.

Los principales inhaladores son:

  • Broncodilatadores (como el salbutamol) que liberan las vías respiratorias y alivian los síntomas.
  • Esteroides (como la beclometasona) que reducen la inflamación de las vías respiratorias, lo que mejora los síntomas del asma y reduce el riesgo de ataques graves de asma y de muerte.

Actuar preventivamente

A pesar de que el asma es, en teoría, una enfermedad fácil de sobrellevar no deja de necesitar de cuidados. A continuación, le presentamos algunas recomendaciones para la prevención y control del asma para contar con una mejor calidad de vida.

  1. Si se es asmático, o alguien de la casa lo es, se recomienda reducir el número de plantas en el hogar.
  2. Limpiar y aspirar constantemente la casa para evitar la presencia de ácaros.
  3. Controlar la humedad de la casa o espacio que se habita, principalmente paredes, baño y cocina. Esto ya que los hongos que pueden aparecer afectan a las personas con asma.
  4. Las infecciones respiratorias son un factor de riesgo que desencadena el asma, por lo que es importante estar al día con los esquemas de vacunas, como las que son en contra de la influenza o el COVID-19.
  5. Procurar respirar de manera correcta (inhalar por la nariz y exhalar por la boca).
  6. Evitar hacer ejercicio intenso en ambientes fríos y secos.
  7. Bañar a las mascotas, ya sean perros o gatos, también ayuda a evitar en gran parte el asma de origen alérgico.
  8. Llevar el medicamento de rescate siempre contigo.
  9. Tener un plan de acción para los ataques de asma el cual puedes consultar con tu médico.

Elaborar y seguir un plan de acción

Es importante que una persona asmática desarrolle con su medico un plan de acción en caso de ataques. Este plan debería de recordarle cómo manejar su asma diariamente y detectar un caso de crisis asmática. Este debe incluir:

  1. Los medicamentos a utilizar: cómo se llama, qué efecto tiene y cuánta cantidad administrar y su frecuencia.
  2. Una lista de los desencadenadores de su asma e información de cómo evitarlos o reducirlos.
  3. Monitorear su asma por medio del Medidor de flujo pico, este dispositivo portátil  permite medir la fuerza del flujo de aire que sale de los pulmones.
  4. Reconocer los signos de alarma en caso de un ataque asmático, cómo ajustar los medicamentos en respuesta a estos y cuando consultar el centro médico.

Les recordamos consultar o recibir ayuda médica si comienza a presentar los siguientes signos:

  • Ansiedad o pánico.
  • Uñas o labios azulados (Cianosis).
  • Tos que no cesa o sibilancias severas mientras respira.
  • Dificultad para hablar.
  • Palidez, sudoración.
  • Rapidez al respirar.

En Emergencias Médicas esperamos que esta información sea de ayuda a quienes padecen de asma o tienen algún conocido o familiar que vive con esta condición.

Aunque hay maneras de controlar el asma y mejorar la calidad de vida, recordamos que, si se encuentran en una emergencia, puede contactar nuestros servicios.

Conozca los síntomas del Trastorno del Sueño

31 May 2022 pasar

El sueño es un proceso fisiológico vital con importantes funciones de restauración. Para que usted pueda despertarse descansado y renovado debe cumplir varias etapas.

La fase REM se caracteriza por alta actividad cerebral y es donde aparecen los sueños, mientras que la fase NREM representa el 75% del tiempo del sueño total y es donde se da el sueño profundo, el más importante para la salud. Para lograr un sueño reparador es necesario que estos dos ciclos trabajen en conjunto para lograr un descanso correcto.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca del 40% de la población mundial padece alteraciones del sueño  y su prevalencia aumenta conforme aumenta la edad. Se reconoce más de 88 tipos de trastornos del sueño, pero el insomnio es el más frecuente y se presenta de distintas maneras:

  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Despertares nocturnos.
  • Fin prematuro del sueño.

El insomnio es más frecuente en las mujeres y los adultos mayores, así como en personas que experimentan un alto grado de estrés. En general, el sueño se vuelve más fragmentado y ligero con un aumento en el número de despertares.

Las causas de los trastornos del sueño son muy diversas pero las más comunes son: la depresión, la ansiedad y el estrés, así como causas genéticas, cardiovasculares, gastrointestinales o incluso efectos secundarios de ciertos medicamentos.

Padecer trastornos del sueño pueden provocar consecuencias a largo plazo como obesidad, depresión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Además, se ha demostrado que dormir mal aumenta las posibilidades de cometer errores, altera la concentración, disminuye la capacidad de reacción y afecta el estado de ánimo.

Cuando una persona padece de trastornos de sueño, puede experimentar los siguientes síntomas:

  • Imposibilidad para conciliar el sueño.
  • Despertar temprano.
  • Agotamiento físico.
  • Bajo rendimiento.
  • Sueño diurno.
  • Dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales, etc.

Insomnio y COVID-19

Durante el transcurso de la pandemia por COVID 19, el insomnio experimentó un aumento en diagnóstico y prevalencia alrededor del mundo, asociado principalmente al alto nivel de estrés generado por distintos factores como el distanciamiento social, la exposición constante a malas noticias sobre muerte y enfermedad, la pérdida de empleo y la incertidumbre hacia el futuro.

Además, la mayoría de las personas experimentaron una alteración en su rutina diaria, lo que llevó a una alteración del ciclo circadiano y en consecuencia a un aumento de los trastornos del sueño.

Antes de la pandemia los horarios estaban marcados por líneas temporales; cuando las personas se dirigían al trabajo el cerebro entendía que eran horas activas y cuando la persona regresaba a su casa, el organismo entraba en un modo de relajación.

Según estudios realizados durante la pandemia, al pasar todo el día en casa y realizar tanto actividades de trabajo como de descanso en el mismo ambiente, estas líneas de tiempo podrían verse afectadas, teniendo como consecuencia una afección en la calidad del sueño.

Consejos para mejorar la calidad del sueño

Algunas de las recomendaciones que pueden seguir las personas que experimentan dificultad para conciliar el sueño son:

  • Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
  • Disminuir o evitar las siestas diurnas a menos de 30 minutos al día.
  • Limitar el consumo de cafeína y alcohol y no consumir nicotina.
  • Evitar alimentos picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse.
  • Dormir en un ambiente libre de ruido o de luces que puedan interrumpir el sueño.
  • Evitar utilizar la cama para estudiar, comer o ver televisión y que sea un espacio exclusivo para el descanso.
  • Si se realiza teletrabajo es importante respetar el horario laboral y las horas de descanso y mantener el sitio donde se trabaja en un área determinada de la casa que no sea en la misma habitación donde se descansa.

¿Cuándo consultar a un médico?

Actualmente existen tratamientos para tratar el insomnio y su efectividad es mayor cuando los síntomas se tratan de manera temprana.  Si tienes alguno de estos signos consulta a tu médico:

  • Dificultad para dormir en la noche.
  • Dormir por cortos periodos.
  • Levantarse muy temprano o muy tarde.
  • Cansancio o sueño durante el día.
  • Inquietud o irritabilidad.

Hay que recordar que un buen descanso es parte fundamental para conservar nuestra salud. Un sueño reparador nos ayuda entre otras cosas a tener un sistema inmune sano, mejorar la memoria, incrementar la concentración y creatividad y proteger nuestro sistema cardiovascular.

Escrito por: Dra. Sofia Soto C. – Emergencias Médicas

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