Suicidio – Recomendaciones para prevenirlo
Desde el 2003, cada 10 de setiembre es una fecha especial para extender el llamado a la reflexión sobre la gran importancia que tiene prevenir, desde edades tempranas y en los diferentes espacios, el suicidio.
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 700.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos, y desde que la COVID-19 fue declarada una pandemia en marzo del 2020, el número ha crecido, pues más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés.
Existen diferentes motivos por los cuales una persona lleva a cabo intentos de suicidio, entre ellas se pueden mencionar: la predisposición genética, ya que ciertos pensamientos o conductas suicidas suelen tener antecedentes familiares; el resultado de sentimientos de culpa cuando se presenta una situación abrumadora en la vida y que puede llevar a creer que no hay esperanzas en el futuro.
Algunas señales de advertencia cuando una persona tiene pensamientos de suicidio son:
- Aislarse constantemente.
- Tener cambios de humor repentinos como euforia un día y depresión profunda el siguiente.
- Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación.
- Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas.
- Cambiar la rutina normal (patrones de alimentación y sueño).
- Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo.
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Hablar de intenciones de suicidio: “me voy a suicidar”, “desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”.
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Tener ideas o los medios para quitarse la vida, por ejemplo: comprar un arma o almacenar pastillas.
Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar de persona a persona. Algunos dejan en claro sus intenciones mientras que otros guardan en secreto sus pensamientos y sentimientos suicidas.
Es importante no discriminar en temas de género y edad, ya que cualquier persona podría tener pensamientos suicidas. Los intentos de suicidio son más frecuentes en mujeres, pero los hombres son más propensos a completar el suicidio ya que tienden a usar métodos más letales.
Por otra parte, el suicidio en niños y adolescentes se produce como consecuencia de acontecimientos estresantes de la vida. Lo que una persona joven percibe como algo grave e insuperable, a un adulto puede parecerle leve, por ejemplo, los problemas en la escuela o la pérdida de una amistad.
La salud mental es también un estilo de vida que promovemos y cuidamos en Emergencias Médicas, por ello, les compartimos una serie de recomendaciones para actuar adecuadamente en caso de encontrar a una persona en una situación de emergencia que atenta contra su propia vida.
Recuerde que los profesionales de Emergencias Médicas siempre están de su lado y el de su familia. En caso de que requiera la atención de una situación de emergencia, no dude en contactarnos por medio de nuestra central 2290-5555. Si aún no está afiliado, le invitamos a conocer nuestros servicios en nuestro sitio web