Recomendaciones para lograr un corazón sano
En septiembre se celebra el día mundial del corazón, por eso, la Doctora Karen Fonseca, médico de Emergencias Médicas, le va a dar algunos consejos que le servirán para identificar los síntomas a los que se debe prestar atención, le dará recomendaciones para lograr tener un corazón sano y mucho más.
¿A cuáles indicadores le debe prestar atención para mantener el corazón sano?
• Índice de Masa Corporal. Entre más alto sea mayores son los riesgos de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión y diabetes.
• la circunferencia de la cintura puede ser otro indicador de hipertensión y diabetes tipo 2.
• Índice de cintura-cadera; una medida de la cantidad de grasa que se tiene en la cintura, caderas y glúteos.
• Niveles de triglicéridos, presión arterial y glicemia.
¿A cuáles síntomas debería prestar atención?
En ocasiones, no se llega a presentar síntomas sino hasta que se tiene un ataque al corazón con manifestaciones puntuales como: dolor o molestias en el pecho, en los brazos, en el hombro izquierdo, mandíbula o espalda.
Además, puede haber dificultad para respirar, náuseas o vómitos, mareos o desmayos, sudores fríos y palidez.
¿Cómo podemos mantener un corazón sano?
Para mantener un corazón sano, se debe tener un control adecuado de enfermedades crónicas, hábitos saludables de alimentación y ejercicio, realizarse chequeos médicos y tamizajes regularmente.
Además, es vital dejar de consumir tabaco y alcohol, reducir el consumo de sal y aumentar el consumo de frutas y hortalizas.
¿Cada cuánto o en qué circunstancias debería una persona revisarse el corazón?
Para las personas menores de 30 años, sin factores de riesgo se recomienda un chequeo médico cada 2-3 años.
En el caso de quienes tienen entre 30 y 40 años, y tienen buena salud, se recomienda un examen físico cada 2 años.
Los mayores de 50 años deben realizarse un chequeo médico de forma anual.
1. El autoexamen de mama no es lo mismo que una mamografía
Se recomienda que antes de los 40 años se realice un examen físico de senos, ya sea uno hecho por el o la profesional de la salud (examen clínico de seno), o bien, por la misma mujer (autoexamen).
Las mujeres entre 40 y 54 años deben de realizarse tanto el autoexamen como la mamografía cada año. A partir de los 55 años se puede realizar la mamografía cada dos años.
En caso de tener alto riesgo de cáncer se recomienda iniciar la mamografía a partir de los 30 años y acompañarlo con recomendaciones de su profesional médico a cargo.
2. El autoexamen de mama es una de las formas de detección temprana
La importancia de este examen radica en que la mujer se familiarice con la estructura de sus senos, que comprenda la apariencia de estos y cuál es la sensación normal de ellos a la palpación. En caso de que encuentre alguna irregularidad, visite de inmediato al médico o médica tratante. Sin embargo, esta es solo una de las formas de detección temprana, pues siempre se recomienda realizar también la mamografía.
3. Los hombres también pueden padecer cáncer de mama
Menos del 1% de todos los casos de cáncer de mama se presentan en la población masculina; sin embargo, sí es posible que los hombres padezcan esta enfermedad.
4. El cáncer de mama puede tener causas hereditarias
De acuerdo con los datos de la American Cancer Society, se cree que alrededor de 5% a 10% de los casos de cáncer de mama son hereditarios, esto quiere decir que su origen está directamente en cambios o mutaciones genéticas que se acarrean de uno de los padres. Por ejemplo, existen factores de riesgo como los siguientes:
- Un familiar de primer grado de consanguinidad que padezca cáncer de mama puede duplicar el riesgo de llegarlo a padecer. Este mismo riesgo puede aumentar hasta tres veces, cuando dos familiares de primer grado padecen esta enfermedad.
- Las mujeres cuya herencia sea de hermano o padre con cáncer de mama, también verán aumentado el riesgo de padecer de esta enfermedad.
5. El estilo de vida que lleve puede causarle cáncer de mama
Existen varios factores de riesgo para el cáncer de mama que no se pueden controlar tales como: la genética o la edad, pero también existen factores que se pueden controlar y que están relacionados con el estilo de vida:
- Consumo de bebidas alcohólicas.
- Sobrepeso y obesidad.
- Inactividad física: se ha visto una reducción del riesgo de cáncer de mama vinculada a la actividad física.
- Ausencia de hijos. Aumenta el riesgo de cáncer, el haber tenido el primer hijo después de los 30 años.
- No llevar a cabo la lactancia materna.
- Terapia hormonal después de la menopausia.