Conozca los síntomas del Trastorno del Sueño
El sueño es un proceso fisiológico vital con importantes funciones de restauración. Para que usted pueda despertarse descansado y renovado debe cumplir varias etapas.
La fase REM se caracteriza por alta actividad cerebral y es donde aparecen los sueños, mientras que la fase NREM representa el 75% del tiempo del sueño total y es donde se da el sueño profundo, el más importante para la salud. Para lograr un sueño reparador es necesario que estos dos ciclos trabajen en conjunto para lograr un descanso correcto.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca del 40% de la población mundial padece alteraciones del sueño y su prevalencia aumenta conforme aumenta la edad. Se reconoce más de 88 tipos de trastornos del sueño, pero el insomnio es el más frecuente y se presenta de distintas maneras:
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Despertares nocturnos.
- Fin prematuro del sueño.
El insomnio es más frecuente en las mujeres y los adultos mayores, así como en personas que experimentan un alto grado de estrés. En general, el sueño se vuelve más fragmentado y ligero con un aumento en el número de despertares.
Las causas de los trastornos del sueño son muy diversas pero las más comunes son: la depresión, la ansiedad y el estrés, así como causas genéticas, cardiovasculares, gastrointestinales o incluso efectos secundarios de ciertos medicamentos.
Padecer trastornos del sueño pueden provocar consecuencias a largo plazo como obesidad, depresión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Además, se ha demostrado que dormir mal aumenta las posibilidades de cometer errores, altera la concentración, disminuye la capacidad de reacción y afecta el estado de ánimo.
Cuando una persona padece de trastornos de sueño, puede experimentar los siguientes síntomas:
- Imposibilidad para conciliar el sueño.
- Despertar temprano.
- Agotamiento físico.
- Bajo rendimiento.
- Sueño diurno.
- Dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales, etc.
Insomnio y COVID-19
Durante el transcurso de la pandemia por COVID 19, el insomnio experimentó un aumento en diagnóstico y prevalencia alrededor del mundo, asociado principalmente al alto nivel de estrés generado por distintos factores como el distanciamiento social, la exposición constante a malas noticias sobre muerte y enfermedad, la pérdida de empleo y la incertidumbre hacia el futuro.
Además, la mayoría de las personas experimentaron una alteración en su rutina diaria, lo que llevó a una alteración del ciclo circadiano y en consecuencia a un aumento de los trastornos del sueño.
Antes de la pandemia los horarios estaban marcados por líneas temporales; cuando las personas se dirigían al trabajo el cerebro entendía que eran horas activas y cuando la persona regresaba a su casa, el organismo entraba en un modo de relajación.
Según estudios realizados durante la pandemia, al pasar todo el día en casa y realizar tanto actividades de trabajo como de descanso en el mismo ambiente, estas líneas de tiempo podrían verse afectadas, teniendo como consecuencia una afección en la calidad del sueño.
Consejos para mejorar la calidad del sueño
Algunas de las recomendaciones que pueden seguir las personas que experimentan dificultad para conciliar el sueño son:
- Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
- Disminuir o evitar las siestas diurnas a menos de 30 minutos al día.
- Limitar el consumo de cafeína y alcohol y no consumir nicotina.
- Evitar alimentos picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse.
- Dormir en un ambiente libre de ruido o de luces que puedan interrumpir el sueño.
- Evitar utilizar la cama para estudiar, comer o ver televisión y que sea un espacio exclusivo para el descanso.
- Si se realiza teletrabajo es importante respetar el horario laboral y las horas de descanso y mantener el sitio donde se trabaja en un área determinada de la casa que no sea en la misma habitación donde se descansa.
¿Cuándo consultar a un médico?
Actualmente existen tratamientos para tratar el insomnio y su efectividad es mayor cuando los síntomas se tratan de manera temprana. Si tienes alguno de estos signos consulta a tu médico:
- Dificultad para dormir en la noche.
- Dormir por cortos periodos.
- Levantarse muy temprano o muy tarde.
- Cansancio o sueño durante el día.
- Inquietud o irritabilidad.
Hay que recordar que un buen descanso es parte fundamental para conservar nuestra salud. Un sueño reparador nos ayuda entre otras cosas a tener un sistema inmune sano, mejorar la memoria, incrementar la concentración y creatividad y proteger nuestro sistema cardiovascular.
Escrito por: Dra. Sofia Soto C. – Emergencias Médicas